Vaya palabra. Pero vayámonos acostumbrando a oír esta palabra (u otra similar). Luego veremos porqué.
Inmunosenescencia u obsolescencia inmunológica es el envejecimiento o deterioro gradual del sistema inmune provocado por la edad. Esto provoca una menor capacidad de respuesta frente a las infecciones y un menor desarrollo de inmunidad frente a las vacunas. Este proceso se produce de forma inevitable en todas las especies y es el motivo por el que en los ancianos vemos enfermedades como candidiasis, herpes zoster, etc.. y es consecuencia inevitable del aumento en la esperanza de vida. Sencillamente no estamos programados para vivir tantos años y eso da lugar a que aparezcan enfermedades derivadas de la degeneración celular como osteoporosis, endurecimiento de las arterias, diabetes, etc.
Pronto empezaremos a oír este término en los medios de comunicación. Esa será la señal de alarma, porque la solución que nos va a ofrecer la industria farmacéutica va a ser la vacunación continua, para mantener estimulado el sistema inmune.
Como todas las funciones del organismo, si no las estimulamos se atrofian. Entonces estamos en la disyuntiva de o mantenemos alerta y entrenado el sistema inmune, o dejamos que se atrofie y luego nos vacunamos todos los años. Me parece más lógico acostumbrarnos desde la infancia a llevar una vida saludable: Dieta sana, ejercicio y mantener el contacto social.
Y sí, lo digo por las mascarillas. Ya vamos sabiendo el resultado del abuso del uso de mascarillas en los niños: Problemas en el habla, de socialización, de depresión, etc. Pronto empezaremos a ver las consecuencias en los ancianos de la falta de estímulo inmunológico.
Ya basta de experimentos.